1. Determinar la dirección de la luz
A la hora de pintar la sombra de una montaña, lo primero que hay que tener en cuenta es la dirección de la luz. El lugar donde incide la luz determina qué partes de la montaña estarán en sombra.
Si el sol está a la derecha, habrá una sombra en el lado izquierdo de la montaña. Por el contrario, si el sol está a la izquierda, la sombra se proyectará a la derecha.
Al determinar la dirección de la luz, podrás saber dónde dibujar las sombras y toda la imagen se verá natural.
2. Determinar el rango de sombra
A continuación, determine aproximadamente el área de la sombra. Las sombras se extienden a lo largo de la ladera, pero no todas son iguales.
Dependiendo del desnivel de la montaña, la sombra es más oscura en algunos lugares y más clara en otros.
Por ejemplo, las sombras tienden a ser más espesas en pendientes pronunciadas o detrás de rocas, mientras que las sombras tienden a ser más claras en pendientes más suaves. Al determinar el área de sombra, preste atención a la topografía de la montaña.
3. Ajusta la oscuridad de la sombra
Al dibujar sombras, es importante no sólo dibujar las partes negras, sino también ajustar la densidad.
Las áreas que no están iluminadas estarán en sombra profunda, pero también puede haber algo de luz reflejada desde el otro lado de la montaña.
Por lo tanto, al hacer los bordes de la sombra un poco más delgados, puedes crear un efecto tridimensional. Además, incluso en las sombras, la densidad se puede variar según la posición, creando texturas realistas.
4. Presta atención a la superficie de la montaña
Las montañas no son superficies lisas, sino rocas escarpadas, árboles, hierba, etc.
Por tanto, la sombra no es constante y debe dibujarse según el desnivel de la superficie de la montaña.
Se formarán sombras oscuras detrás de las grandes rocas y donde se juntan los árboles, pero los pastizales y las pendientes suaves tendrán menos sombra.
Al pintar las sombras teniendo en cuenta las características naturales de la superficie de la montaña, la imagen se vuelve más realista.
Resumen
Al pintar la sombra de una montaña, la clave es considerar cuidadosamente la dirección de la luz y ajustar el alcance y la densidad de la sombra para que coincida con la topografía y las características de la superficie de la montaña.
Al dibujar buenas sombras, puedes enfatizar la tridimensionalidad y la profundidad de las montañas, creando un paisaje realista.
Puede parecer complicado al principio, pero si practicas mientras observas cómo se forman las sombras, poco a poco irás cogiendo el tranquillo.